¿Cómo influye la respiración en nuestro rendimiento muscular?
Hablar de respiración puede ser algo que no nos parezca muy atractivo. Sin embargo, es uno de los puntos más importantes a la hora de hacer ejercicio. De hecho, mientras lees esto, estás respirando… pero, ¿sabes cómo hacerlo de forma correcta?
Estamos entrenando los músculos que participan en la respiración, sobre todo el diafragma, responsable del 70% de ese proceso.
Isabel Zaldua Ponce
Respirar bien
Respirar adecuadamente tiene como consecuencia diversos aspectos positivos para nuestro propio cuerpo. Muchas veces nos olvidamos de que lo estamos haciendo y se convierte en un ejercicio inconsciente. Y otras, la mayoría de aire se queda guardado y se compensa al respirar con pecho y hombros. El uso correcto del diafragma nos ayudará a levantar mucho más peso y aumentará nuestra resistencia.
Cómo te afecta en el ejercicio la respiración
Lo importante para no ahogarse haciendo ejercicio de repetición, como las sentadillas, es saber inspirar y expirar de forma correcta. Es decir, necesitas entrenar tu diafragma. Los mayores powerlifters tienen un diafragma más grueso en comparación a la persona media, lo que demuestra que es un músculo que se puede entrenar.
Además, al saber realizar una correcta respiración diafragmática, se consigue activar la musculación oblicuar interna y el transverso abdominal, músculos esenciales para la estabilidad espinal.
La respiración es la base de todo ejercicio físico. Ayuda a futbolistas, ciclistas, corredores, nadadores, jugadores de baloncesto… Todo se debe a que aumentar la presión inhalatoria disminuye la sensación de fatiga, lo que mejora el rendimiento deportivo. Por lo tanto, podemos establecer la variable de que, a mejor respiración, más músculo, más fuerza y más salud.
Esto es algo que también se repite en la naturaleza. La fuente potencial del Planeta Tierra se fundamenta en la transmisión de gases originados en el núcleo hacia el exterior. Se genera una presión que provoca fenómenos tan impresionantes como la activación de volcanes o las temperaturas superficiales. Generación de presión interna hacia fuera.
Y ahora te preguntarás, ¿hacen falta muchas horas para entrenar el diafragma y mejorar la respiración? La respuesta es no.
Existen ejercicios, como la conocida respiración de cocodrilo, que nos ayudan a entrenar este músculo de nuestro cuerpo. Este ejercicio concreto consiste en empujar el abdomen hacia el suelo cada vez que se inhala. De esta forma, se puede sentir que se eleva el cuerpo ligeramente como si fuera un globo. Para hacerlo de forma correcta, tienes que asegurarte de que tu pecho no se mueva.
La respiración de cocodrilo se trata de un ejercicio magnífico que incluir en nuestros entrenamientos previos. Hacer 10 respiraciones profundas de esta forma mejorará el rendimiento de tu diafragma. Además de esto, es recomendable respirar de forma consciente día a día para convertir en rutina la respiración diafragmática. Mejorarás mucho más tu entrenamiento.